Yo ya lo he dicho hace bastante: el modelo tradicional de pareja está obsoleto y, o nos actualizamos, o nos comen las moscas. Es así y nadie nos garantiza nada con lo que imagínate queriéndote mantener en lo del matrimonio para siempre y guardando una inquebrantable fidelidad eterna… Claro que luego está el que lo de la “pareja abierta”, solución en auge ante este conflicto, sea el ideal para ti o el que esa opción no pase por el sufrimiento en silencio de uno mientras que el otro se lo pasa de maravilla dejándose llevar por los susurros de Afrodita…
Juan del Val y Nuria Roca, según han confesado, se han sumado al carro de los que aceptan llevar una vida sexual paralela, esto es, que pueden ponerse los cuernos aunque, eso sí, sin que el contrario se entere que los lleva puestos (lo que a mí me recuerda a ese discurso que tantas veces he escuchado en boca de tantas mujeres diciendo que “mi marido haga lo que quiera pero que yo no lo sepa”). Sin embargo, lo realmente moderno sería que existiera esa libertad para hacer lo que se quisiera y que además se compartiera con tu pareja sin que eso supusiera motivo de resquemor alguno ya que, de existir éste, es que mucha, mucha gracia, no nos hace en el fondo.
Llegado a este punto desconozco la solución. Supongo que la que a cada persona le valga. Eso sí, lo que tengo claro es que no hay que pasarlo mal. Nadie merece ese sacrificio. Por lo tanto, sea cual sea el camino que elijas, que sea directo a la felicidad. Lo demás es equivocarte. Esté o no esté de moda.